Sábado 28 de diciembre - El cumple de Fran en Milán

De

Se acabó Cinque Terre, al tren hacia Milán, para festejar el cumpleaños de Francisco.

 

A las 11 llegamos a la ciudad de la moda, dejamos las valijas en el Ibis y nos fuimos a caminar hacia la plaza del Duomo. Pasamos por la Galería Vittorio Emanuele II, descartamos por precio y cantidad de gente tomar un café en Café Biffi, esquivamos la multitud (fue la primera vez que realmente sentimos la presión de los turistas en Italia) y nos metimos en el Duomo de Milán, para subir primero a la terraza.

 

 


¡Qué laburo le puso esa gente a esa catedral! Llena de agujas y estatuas, me hizo acordar a los castillos de arena que hacía yo de chico haciendo caer gotas de arena y agua que se iban secando formando largas columnas afiladas. Impresionante.

 


 

De ahí pasamos al museo de la Catedral y cuando salimos, Pablo y Naty se fueron a descansar al hotel y nosotros tres seguimos en el plan de festejarle el cumple a Francisco. Después de pelearnos mal con el GPS del celular pudimos llegar hasta el Museo de la Ciencia y Tecnología, que tenía un montón de cosas de ciencia para chicos, además de una muestra especial con las máquinas de Leonardo da Vinci, barcos, trenes y hasta un submarino, un lugar genial para quedarse más de un día.

 

De ahí, en subte, nos fuimos a cenar al restaurante D.O.T., que era el que habíamos elegido desde Buenos Aires, para celebrar el cumpleaños, pero… No todos los planes se concretan, estaba cerrado por vacaciones.

 


Así que, después de varios desencuentros con Pablo y Naty, finalmente cenamos todos juntos la comida favorita de Francisco, sushi en Ichimi, re contra recomendable.
Y después cerrar el día con un vodka loco polaco y un habano en el patio del hotel.

 


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